¿Cómo fueron los inicios de Multi Espai (departamento comercial de Finques Ros Oliva) y cuál fue tu papel por aquél entonces?
Pues empecé a trabajar en Multi Espai como comercial justo hace ahora 16 años, los mismos años que lleva el departamento activo.
Comencé como junior ya que, aunque antes ya me había dedicado a las tareas comerciales en otras empresas, nunca había estado en el sector inmobiliario. Poco a poco me fui formando y me enamoré del trabajo y del sector.
Prácticamente sin darme cuenta conseguí tener una buena cartera propia de clientes i propietarios que confiaban, y todavía confían, en mi al 100%. Podría decir que en estos 16 años he crecido de forma paralela y al mismo ritmo tanto a nivel profesional como personal.
Y ahora me encuentro, recién cumplidos los 40, dirigiendo el equipo y el departamento. El mismo departamento en el que hace 16 años era el aprendiz.
Caramba, prácticamente toda la vida profesional dedicada a Multi Espai y al sector inmobiliario, pues. ¿Qué es lo que más ha cambiado del sector para ti en todos estos años?
Sí, sí. Prácticamente toda mi trayectoria profesional, sin duda.
¿Lo que más ha cambiado del sector en este tiempo? La inmediatez, la rapidez y el acceso a la información.
Recuerdo los inicios, en los que buscaba nombres y apellidos de fincas verticales en listados de papel y en las “páginas azules” de Barcelona que mi abuelo, Diego Oliva, me había dejado de herencia.
El acceso a la información a través de Internet, por ejemplo, no tiene nada que ver con lo que tenemos ahora. Ahora prácticamente todas las empresas y muchos particulares tienen sus datos de contacto publicados en la red. Esta rapidez de acceso a la información hace que todo sea mucho más inmediato: encontrar buenos activos, contactar con la propiedad y llegar a los potenciales inquilinos.
Pero a mi ya me gusta la marcha y el ritmo ágil, así que me siento como pez en el agua, la verdad.
16 años. Eso significa que Multi Espai ha sobrevivido a la gran crisis del 2008 y a la pandemia. ¿El secreto?
Bff, sí. Qué momentos más duros. La del 2008 empezó a hacerse notar en 2006. Fueron años de dejarse la piel para sobrevivir, de trabajar horas y horas y de, sobre todo, no desanimarse e intentar dar, todavía, mejor servicio. A nivel personal me curtió muchísimo y me proporcionó muchas tablas para afrontar según qué situaciones y negociaciones. En parte, sobrevivir a aquellos años en el sector fue un aprendizaje brutal para saber cómo teníamos que mejorar como departamento y en cuanto al modus operandi.
Y así lo hicimos. Al salir de la crisis, planteamos una manera de trabajar diferente y poco a poco el equipo se hizo más fuerte. Fue poco después de la salir de la crisis que me quedé al frente del equipo como capitán. Y hasta ahora.
El año pasado también fue Duero, sí, sobre todo la incertidumbre inicial de no saber qué iba a pasar o cuanto tiempo íbamos a estar cerrados. Ahora parece que, por fin, la cosa está un poco más controlada. Y aunque el departamento sufrió durante el tiempo que tuvimos que estar bajo confinamiento domiciliario extremo, llevábamos 4 años acumulando un crecimiento increíble, con un equipo muy renovado y muy fuerte, así que a la que nos dejaron volver al trabajo, nos recuperamos con cierta rapidez.
I con eso no quiero decir que la situación a fecha de hoy sea fácil. Aunque sanitariamente la cosa está un poco más controlada, económicamente la gente aun está con el miedo en el cuerpo a la hora de invertir, con lo que seguimos con más oferta que demanda. Pero ahora somos un equipo fuerte, muy humano, que nos dejamos la piel en cada una de las operaciones. Y con eso, al final, la faena sale y se obtienen resultados.
Presumes, y con orgullo, de tener un equipo fuerte y humano. ¿Qué tres consejos darías para formar un buen equipo comercial?
Estoy muy orgulloso del equipo. Son gente trabajadora, empática, honrada y, sobre todo, respetuosa. Trabajan siempre en cadena, ayudándose los unos a los otros. Tenemos un engranaje montado en el cual cuando una operación se cierra, todo el equipo siente que ha formado parte y lo celebra. Incluso entre comerciales, celebran las operaciones cerradas de los compañeros. También la parte administrativa lo celebra, son como una piña.
Supongo que, aunque ahora somos 3 veces más grandes que hace 5 años, todavía mantenemos la esencia de haber empezado el departamento siendo solo 2 y tenemos la herencia de ser una empresa familiar.
Me has pedido también tres consejos para formar un buen equipo. El primero sería el ejemplo. Yo, por ejemplo, a parte de mis tareas directivas, sigo haciendo parte de tareas comerciales con mis clientes directos. Que tu equipo pueda ver como llevas las negociaciones es una de las mejores maneras de enseñar y formar. En segundo lugar, hace falta escuchar. Saber qué necesitan, en qué se sientes inseguros o incluso como están. Así puedes saber cómo ayudarlos y cómo motivarlos. Y, por último, es necesario saber cómo potenciarlos. Puedes tener al empleado más preparado del mundo que como no lo enfoques hacia el canal correcto o hacia las tareas que más se le ajusten, lo estarás desaprovechando. O al revés, quizás contratas alguien por ciertas tareas fijas y descubres que tiene unas capacidades comerciales innatas que merece la pena potencial y aprovechar. Al final, todos somos muy buenos en alguna tarea, y pienso que la tarea de un líder es saber detectarlo y potenciarlo.
Marc, para ir terminando, ¿nos puedes explicar un poco qué podemos esperar de Multi Espai en un futuro no muy lejano?
Y tanto. Multi Espai será “más y mejor”. Estamos en uno de nuestros mejores momentos y esto solo acaba de empezar. Hace unos meses nos homologaron como apis colaboradores de Servihabitat para llevar toda la cartera de activos. Y en los últimos dos meses también hemos formado parte del Grupo Santander y Aliseda. Colaboraciones que nos permiten ofrecer más a nuestros inversores y clientes.
A parte, seguiremos trabajando en la misma línea dando un servicio 360º a cada uno de nuestros clientes y en cada una de nuestras operaciones. Así que estoy seguro que solo pueden venir más éxitos, profesionales y personales. Y yo seguiré dejándome la piel para que así sea.